Ante índices de violencia, explotación y despidos laborales inicia Campaña “Juntas por nuestros derechos” de UNTHA.
A pesar de los grandes avances en materia de legislación acerca del trabajo remunerado del hogar en Ecuador, este sector presenta condiciones de alta vulnerabilidad. Según el Informe de la Reunión de expertos sobre violencia de la OIT, el trabajo remunerado del hogar es uno de los espacios con mayores índices de violencia y acoso. Se registra que 8 de cada 10 trabajadoras remuneradas del hogar (TRH) son víctimas de violencia de género a nivel regional, según el Estudio de documentación de la violencia y el acoso en el lugar de trabajo contra las trabajadoras remuneradas del hogar en Ecuador, Colombia, México, Honduras y Guatemala. (Programa Regional CARE). Según la investigación realizada por CARE-OSE en el 2020, las trabajadoras remuneradas del hogar tienen más riesgos a sufrir enfermedades por el trabajo que realizan. Los datos actualizados sobre sus derechos laborales indican que únicamente el 40% de trabajadoras estaban afiliadas a la seguridad social y el 57% gana menos del salario básico unificado. Ante la pandemia y la crisis económica, en mayo del 2020 se notificó la cancelación del 54% de contratos que estaban registrados en el Ministerio del Trabajo y, la desafiliación de 18.623 TRH de la seguridad social. Es decir, han aumentado el número de despidos y además existen múltiples casos de trabajadoras remuneradas del hogar que se encuentran trabajando más horas pero ganando menos que antes; la precarización de su trabajo se ha profundizado.
En este marco la Unión Nacional de Trabajadoras del Hogar y Afines (UNTHA) con el apoyo de CARE, el Consejo Nacional para la Igualdad de Género, Mesa Interinstitucional de Apoyo a los Derechos de Trabajadoras Remuneradas del Hogar y CIESPAL, presentará, el próximo 22 de octubre de 2020, a las 16h00, la campaña de comunicación “Juntas por nuestros derechos” orientada a la sensibilización e incidencia social para el cambio de patrones y estereotipos socioculturales que alimentan prácticas desiguales e inequitativas las cuales limitan el goce de los derechos de las trabajadoras remuneradas del hogar y fomentan situaciones de violencia de género y explotación. Estos aspectos acompañan, en muchos contextos, las trayectorias de vida de vida de las mujeres que se dedican a la ocupación del trabajo remunerado del hogar.
“Nosotras somos parte fundamental de nuestras casas incluso a veces dejamos de cuidar a nuestros hijos para cuidar a otros niños de personas”, menciona Sofía de Quito.
“Hay compañeras que por la pandemia les dijeron que se vayan a su casa y que no les quieren pagar por todos los años de su trabajo alegando que no han ido a trabajar”, menciona Karen de Guayaquil.
La campaña “Juntas por nuestros derechos” es un espacio permanente de y para las Trabajadoras Remuneradas del Hogar que promueve el ejercicio de sus derechos a la expresión y la comunicación con la finalidad de posicionar y visibilizar a las Trabajadoras Remuneradas del Hogar como protagonistas sociales del desarrollo de las familias, de la comunidad y del país, y que desde este rol posicionar, enfrentar y debatir los diversos temas inherentes a sus problemáticas y sus derechos humanos en busca de incidir en el imaginario social de la sociedad.