2 de junio | DIA INTERNACIONAL POR LOS DERECHOS DE LAS TRABAJADORAS SEXUALES 

El trabajo sexual es trabajo y debe dignificarse. 

CARE Ecuador | 02 de junio de 2022

La conmemoración del Día de la Trabajadora Sexual es un recordatorio de la discriminación que sufren las personas dedicadas a este oficio en condiciones laborales, sociales y económicas adversas. En Ecuador el trabajo sexual no es ilegal, sin embargo, no ha sido reconocido como trabajo, existe una falta de políticas y mecanismos de protección que colocan a las mujeres y personas que ejercen trabajo sexual en condiciones de vulnerabilidad, violencia, riesgo de explotación y abuso de autoridades.

La pandemia de COVID-19 profundizó las injusticias y las desigualdades y evidenció que este grupo poblacional es invisible en la agenda pública. No existieron servicios ni políticas para que las trabajadoras sexuales accedan a algún tipo de renta básica para asegurar alimentos y vivienda, al menos durante la pandemia. Además, “como población estigmatizada y discriminada han sido desproporcionadamente afectadas por la pandemia de COVID-19 ya que muchas veces estas personas viven en situaciones económicas precarias y son excluidas de los sistemas de protección social” (Red Global de Proyectos de Trabajo Sexual, 2021). Justamente, la urgencia de atender la crisis del COVID-19 redujo el acceso de las personas que ejercen el trabajo sexual, así como de otras poblaciones clave, a servicios de prevención de pruebas de VIH y tratamientos.

Y el panorama de recuperación postpandemia no es claro ni esperanzador para el Ecuador. Los datos dan cuenta de que en 2022 la pobreza ha crecido exponencialmente: de casi 18 millones de ecuatorianos, 35% viven en pobreza con menos de 2 dólares diarios de ingresos por persona; el 40% de los hogares se encuentran enfrentando inseguridad alimentaria; casi el 8% de niñas y niños han abandonado la educación en el 2022 para trabajar, dedicarse a labores de cuidado no remuneradas y por no tener los medios para continuar la educación virtual. La violencia de género continúa creciendo de forma alarmante, afectando a 7 de cada 10 mujeres; mientras 9 de cada 10 mujeres y personas de género no-binario migrantes reportan enfrentar incidentes de violencia diarios.  En el país 7 niñas de 10-14 años dan a luz diariamente; y la mortalidad materno-infantil, así como los índices de contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual y VIH se han incrementado de manera alarmante. Los impactos de la crisis climática y desastres naturales sólo en 2022 han afectado a más de 320,000 personas que han perdido sus seres queridos, sus viviendas y medios de vida.

A lo anterior se suma el incremento de la violencia, de muertes violentas asociadas con modalidades de sicariato, de la disputa territorial de redes delincuenciales lo que ha generado que las personas que ejercen trabajo sexual, y que captan clientes en espacios públicos, estén expuestas a redes de extorsión, amenazas, agresiones e incluso asesinatos -femicidios o transfemicidios-, ante la indiferencia de las instituciones de las diferentes funciones del Estado.

Desde 2020 las lideresas de las mujeres trabajadoras sexuales en el país reportan que personas vinculadas con redes de delincuencia empadronan a las mujeres y a personas transfemeninas que ejercen trabajo sexual, a los dueños de los locales, a los vendedores del sector para cobrarles. A quienes ejercen trabajo sexual les obligan a pagar entre 10 a 30 dólares por día, el valor varía según las ciudades. Cuando no salen a trabajar también deben pagar, si no tienen para pagar les obligan a vender droga. Les prohíben acercarse a los lugares de las organizaciones o informar lo que sucede. Estas bandas además reclutan a personas de las mismas organizaciones como informantes para que reporten sobre las mujeres o personas transfemeninas que ejercen trabajo sexual, incluso sobre el trabajo que realizan las organizaciones o sus lideresas.

Como consecuencia se produce abandono de los lugares de trabajo, desplazamiento interno, migración forzada. Además, se producen agresiones a mujeres y personas transfemeninas, femicidios de mujeres que ejercen trabajo sexual y transfemicidios que se registran como muertes violentas.

Nuestro saludo solidario a las personas que ejercen trabajo sexual, para asegurar el sustento a sus familias, y que deben hacerlo enfrentando riesgos, amenazas y la discriminación de una sociedad inequitativa y violenta. Como CARE, nos comprometemos a que esta realidad sea visibilizada y atendida desde la política pública nacional y local; y nos comprometemos a tomar acción, para promover respuestas sostenibles diseñadas con las mismas personas que ejercen trabajo sexual en el país, y no dejar a nadie atrás.

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Bibliografía:

Red Global de Proyectos de Trabajo Sexual. (2021). El COVID-19 y las personas que ejercen el trabajo sexual y organizaciones lideradas por personas que ejercen el trabajo sexual. Scotland: Red Global de Proyectos de Trabajo Sexual.

 

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